martes, 18 de septiembre de 2012

GUSTAVO & GOLIAT

La sofisticación de los medios de comunicación parece no tener límites.                                                                                                    DOUGLAS MONTAÑEZ YASPE.

Pero la misma, no siempre sirve a buenos propósitos, la manipulación directa de los debates políticos por televisión, son una de las pruebas del talento perverso tanto de realizadores, como productores y directores de cámaras, y todo un equipo técnico al servicio del poder.
Para nadie es extraño como los monopolios económicos que detentan el poder en Colombia (En todas sus manifestaciones) se han ido fortaleciendo mediante el control monopólico de todo cuanto existe, y  lo  que su voraz apetito les ha permitido engullir.
 Los medios de comunicación no han sido la excepción, sino la regla. Todos sabemos que los grupos económicos dueños de las grandes empresas, clusters, y monopolios, tan poderosos e influyentes como el grupo Santodomingo, Ardila Lule, Grupo empresarial antioqueño,  poseen gracias a las amañadas licitaciones del estado, sus respectivos medios de comunicación, tanto escritos, como audiovisuales. (Periódicos, revistas, e incluso canales de televisión nacionales e internacionales, y obviamente mega portales en Internet.)
No voy a detenerme en demostrar las nefastas repercusiones que para la TV pública han producido  semejantes engendros, el problema a tratar hoy aquí, evidencia de manera categórica, los graves peligros que entraña para una democracia párvula,  la manipulación de la técnica y la tecnología por parte de los medios AV con el fin de favorecer antiguos intereses político -  ideológicos recurriendo a las argucias y sofisticaciones del arte y la creatividad.
Voy a demostrar con imágenes y gráficos, algunas de las más evidentes y torpes manipulaciones hechas en la historia reciente de la televisión nacional, con el desmedido afán de favorecer a un candidato en especial, en detrimento de los demás. Lo más preocupante es que la gente del común, no alcanza a advertir la maniobra tan grotesca, pese a su presentación tan estrambótica.
Agradezco la agudeza visual adquirida con el tiempo y la observación, y en especial le doy los créditos de semejante habilidad a un amigo, gran escritor y analista de la “imagen visual”, al profesor Rodrigo Arguello, quien supo transmitirnos a varios de sus pupilos, algunas herramientas fundamentales en cuanto a la manera de ver las grandes producciones cinematográficas.
Año 2011, Bogotá, estudios de City Tv, (Canal de TV privada, perteneciente a la casa editorial El Tiempo, de la familia Santos)  el Gran debate final entre los 3 candidatos con mayor opción de ocupar el palacio Liévano: Peñalosa, Parodi y Petro; Presentadores del debate: Rafael Pombo y Alberto Casas Santamaría (La crema & nata de la burguesa “sociedad” capitalina), Todos con sus audífonos bien puestecitos, y el libreto en mano prestos a descabezar al otrora comandante del M 19, ahora ad portas de ser elegido popularmente como el nuevo alcalde de Bogotá. Las encuestas le auguran el éxito. Peñalosa desacreditado y elitista, no logra convencer ni a sus antiguos electores, perjudicado por el apoyo de un Uribe ex presidente cuestionado, y un partido verde marchito tras la desinflada de la ola de las presidenciales, con un Mockus beligerante que rechaza de plano la “patadita de la suerte” de el ex presidente facistoide, y al lado una Gina Parodi, inflada por las encuestas, y sin ninguna estructura partidista que respalde sus cifras y números sacados del mismo mágico sombrero de donde salían los votos imaginarios de un profesor  sin la pirámide naranja en forma de queso, que acababa de aspirar a la presidencia. (La falsa ola verde)
Este era el panorama del momento en que se realiza este último esfuerzo por detener al más que seguro y posicionado Gustavo Petro Urrego, el  hombre que estuvo a punto de ser presidente de Colombia, frente a Santos, lo que le daba un plus adicional en materia de reconocimiento e ideas frescas y revolucionarias.  

     La muy publicitada cita: “El debate, sala de redacción”,  estuvo apoyado entre otros por La W Radio, El Tiempo y City TV,  como organizadores de la manguala contra Petro.
Los conductores del espacio: los reconocidos Roberto Pombo y Alberto Casas Santamaría.
El set, impecable y maquiavélicamente preparado, digno de un premio Oscar por sus efectos especiales, se fajaron  sus creadores   por su  ingenio y diseño, digno de cualquier espectáculo de magia al mejor estilo de Coperfield, el  más de los prestidigitadores.
Sin muchos preámbulos comenzó la ráfaga de preguntas, libreteadas a Peñalosa y Parodi, donde  se podían predecir las respuestas, y quirúrgicas en su precisión contra Petro, quien a pesar de ello fue quien se lució en este como en todos los anteriores debates, por algo lo apodaron “El Hombre de los debates”, por su contundencia, su conocimiento de los distintos temas, su experiencia, y su evidente preparación para asumir el reto de ser, por ahora, el alcalde de Bogotá.
Lo bueno de este ensayo viene a continuación, cuando se advierte la evidente manera de favorecer de manera trucada, las aspiraciones de Peñalosa sobre los otros dos, mediante protuberantes artimañas de producción, por ejemplo: utilizando primerísimos planos (Close up) a Peñalosa, encuadres perfectos, planeados, medidos y ajustados para aprovechar sus pocas, por no decir que únicas cualidades, su imagen personal, su vestido impecable y corbata, su barba, su cabello canoso, su exagerada forma de mover las manos, y una sonrisita esporádica que no logra convencer pese a las recurrentes tomas, de lo demás ni hablar, verborrea en medio de un acento snob, y ultra burgués, para nada convincente. Las cámaras siempre estuvieron a su altura o ubicadas un poco por debajo de la altura de su cabeza. (En los primeros planos, o planos cerrados). Al fondo, de adorno sugestivo, ondeaba la bandera bogotana con escudo en el centro…

Oh sorpresa, la diminuta cabeza de Petro se logra “insinuar” en el ángulo inferior derecho de la escena, vaya, debe ser un error de encuadre de algún desprevenido camarógrafo practicante…?

A la candidata Parodi le fue bastante bien con los encuadres y las puestas en escena, buenos acercamientos, y primerísimos planos, y el consabido movimiento seudo epileptoide de manos y cabeza, y no abusaron tanto en las “Picadas” de las cámaras, excepto cuando se atravesaba en las intervenciones de Petro, donde las perversas tomas contra aquel, lograban ubicarla en el foco de la“disminuida” y apocada intención.  

El set de grabación, toda una joya de la arquitectura postmoderna, elaborado con detenimiento y con todos los instrumentos de un maestro masón, cumpliendo con la finalidad de generar una impresión de perspectiva hacia el fondo, hacia donde se iban a ubicar las tomas dirigidas hacia Petro, cuando aquel tuviera su oportunidad de responder a las preguntas de mala leche preparadas por los asesores de las campañas contrarias, en especial aquellas donde había necesidad de recordarle a los televidentes, las posibles fallas del ex senador, incluso las mismas preguntas que ya se le habían formulado en debates previos a ese.  No son casuales ni gratuitos los rectángulos donde estaban parados los candidatos, así como sus tamaños y proporciones, al igual que el “círculo” del centro, pues este último era clave a la hora de poner en marcha el “ataque” de las cámaras, pues daba las coordenadas precisas donde debían ubicarse estratégicamente sus entrevistadores, y el mismo Peñalosa, para lograr el efecto demoledor que lograron transmitir a los desprevenidos y analfabetas espectadores  de la imagen.
La idea fue muy bien estructurada, mostrar a un gigante Peñalosa, a la izquierda de la pantalla, enorme, desproporcionado, frente a una pequeña Gina, y un Petro liliputiense, calvo y pequeñísimo, casi imperceptible, rodeado de gigantes entrevistadores por la derecha,  que lo hacían ver frágil, enjuto, insignificante,  vulnerable, y desprotegido, todo lo  que ayudara a disminuir la fuerza,  el significado y la contundencia  de sus respuestas.
Pero el cálculo les falló, no contaban con la superioridad del discurso, la inteligencia y la sabiduría de un líder comprometido hasta los tuétanos con un sentir democrático y patriótico por su país.

 No fueron en vano las clases de pintura con el maestro Albeiro Quintana, quien me enseñó lo suficiente sobre perspectiva, y punto de fuga, clásicos del renacimiento. Era evidente la manipulación de la puesta en escena, de inmediato le puse un mensaje vía Pin al celular de Petro, para indicarle que se moviera y que no se parara en “ese” sitio donde lo habían acorralado, pero seguramente su black Berry estaba en manos de Verónica.
Las cámaras se deleitaban mostrando a un Petro exageradamente pequeñísimo, pues la que le asignaron estaba en lo más alto del estudio, desde un Dolly o una grúa que se encarnizaba con él desde lo alto para mostrarlo de semejante manera, toda una magistral “picada” en el argot audiovisual, algo elemental para cualquier aprendiz de  director de cine o a un realizador de Tv, medianamente informado.
Pero si hubo una imagen demoledora, fue aquella donde muestran con toda la mala intención del mundo, valiéndose de un lente gran angular, “casi un ojo de pez , un candidato no solamente pequeño, sino desproporcionado, cabezón, y con evidente calvicie, y con unas manitos exageradamente diminutas para su cuerpo, debido a la manera en que se utilizó una toma “aérea”, desde casi encima de Petro, para ridiculizarlo y hacerlo parecer deforme ante los televidentes que se interesaban en escucharlo… hasta allí pude tolerar semejante despropósito, y apagué el televisor, lo demás es solo un poco más, de historia de la reciente patria boba.



   


Es
Esta

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